Nos encontramos con algunos comportamientos de ciudadanos hacia los sanitarios de carácter no solo incívico si no punible y recogido en nuestro código penal español. Entre ellos los conocidos «delitos de odio». Nuestro Código Penal recoge los siguientes:
-Amenazas a un grupo con un mal que constituya delito (art. 170.1 Código Penal), una reiteración de las amenazas comportaría un delito penal de coacciones (172 Código Penal). Ambos delitos conllevan penas de hasta 2 y 3 años de prisión respectivamente.
-Provocación a la discriminación, odio o violencia contra grupos o asociaciones (art.510.1 Código Penal) y difusión de informaciones injuriosas sobre grupos o asociaciones (art. 510.2 Código Penal). Siendo encajable este delito si la víctima se encuentra enferma a causa del coronavirus, castigándose con una pena de 1 a 4 años de prisión.
A ellos, debemos sumar la «agravante del artículo 22.4 Código Penal» para cualquier conducta constitutiva de delito o falta.
Los carteles que se dejan contra colectivos como sanitarios o a un sanitario en concreto se hace necesario en todo caso identificar a la persona responsable o autora del cartel a los efectos de iniciar las diligencias previas ante el Juzgado de guardia.
También puede tratarse presunto delito contra la integridad moral de las personas o por un delito de coacciones tipificado en el artículo 173 del Código Penal (prisión de 6 meses a 2 años). Además, en caso de que el cartel que se encuentre la persona contenga algún tipo de insulto (por ejemplo, la pintada en la puerta del coche de una sanitaria «rata contagiosa») entonces se trataría de un delito de injurias y de daños.
Cualquier conducta que suponga rechazar, marginar, amenazar, injuriar etc a un sanitario (en el mismo sentido respecto a los/as trabajadores de la alimentación) en tiempos del coronavirus debe ser perseguible penalmente y para ello los ciudadanos debemos, sin dudarlo, denunciar inmediatamente estos hechos o al menos informar a la policía.